Autor : Soorya G
Un tribunal administrativo especial español (TAD) ha tomado una importante decisión al decidir no calificar de «falta muy grave» el incidente del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, con la jugadora de la selección Jenni Hermoso en la final del Mundial. El incidente, en el que el máximo responsable de la Federación Española de Fútbol besó supuestamente por la fuerza al jugador en cuestión durante el reparto de medallas tras la final del Mundial, generó una gran tormenta en las plataformas mediáticas, con varios jugadores, aficionados y activistas pidiendo su dimisión inmediata.Sin embargo, Rubiales se ha mostrado desafiante en su postura, negando todas las acusaciones vertidas contra él. El presidente sigue afirmando que el beso fue consentido y que no hubo acoso de ningún tipo.
En la decisión del tribunal probablemente influyó, entre otras cosas, un vídeo en el que los jugadores de la selección miran una foto de un beso en el teléfono móvil de la «víctima» y luego la comentan alegremente. Esto contrasta fuertemente con el comportamiento aún más hipócrita de estos mismos futbolistas, que «de repente» empezaron a «condenar» el acto…
Sin embargo, varios sectores del mundo del deporte parecen tener una opinión contraria al respecto, con varios miembros del cuerpo técnico dimitiendo de sus cargos y algunos otros jugadores optando por no jugar con La Roja hasta que Rubiales sea destituido, siendo Borja Mayoral uno de ellos. Sin embargo, el tribunal calificó las acciones de Rubiales de «graves, pero no muy graves». La FIFA inhabilitó al responsable de la federación por un periodo de 90 días, pero la decisión del TAD permite a Rubiales volver a su puesto una vez finalizado el periodo de suspensión. Si el TAD hubiera calificado la falta de «muy grave», el Gobierno español podría haber intervenido para destituir a Rubiales, pero tal como están las cosas, no existe esa posibilidad.
La madre de Rubiales está en el epicentro de las consecuencias, pues se ha encerrado en una iglesia local, ayunando en protesta por el «linchamiento público» de su hijo. Posteriormente fue hospitalizada. Su madre ha estado totalmente a su lado, a pesar de que el tío de Rubiales ha puesto en duda su carácter.
De momento, Rubiales puede seguir al frente de la Federación Española de Fútbol, aunque tendrá que esperar a que se desarrollen los acontecimientos.