Autor: Barkha Roy
La tensión entre el jefe del equipo Mercedes, Toto Wolff, y el jefe del equipo Red Bull, Christian Horner, dio un pequeño giro en el Gran Premio de Bélgica cuando Horner tocó en broma el alerón trasero de Wolff durante una entrevista con los medios de comunicación. Aunque su rivalidad competitiva se remonta a 2021, los dos jefes de equipo compartieron un momento de buen humor en medio de sus continuos enfrentamientos sobre el reglamento de motores de 2026.
El Gran Premio de Bélgica volvió a ser dominado por Red Bull, que se impuso por 2-1 con Max Verstappen a la cabeza
. Mientras tanto, Mercedes sufrió mientras Verstappen se aseguraba su octava victoria consecutiva. Wolff, decepcionado, describió el rendimiento de su equipo como un «círculo vicioso», en referencia al persistente problema de los saltos a alta velocidad que ha lastrado su rendimiento.
El intercambio de buen humor entre Wolff y Horner fue una sorpresa, dada la historia de su polémica relación, que quedó plasmada en la popular serie de Netflix Drive to Survive. La rivalidad de ambos se intensificó en 2021, cuando sus pilotos, Lewis Hamilton y Verstappen, lucharon encarnizadamente por el Campeonato del Mundo de F1.
Aunque el dominio de Red Bull continuó en la temporada 2023, Wolff reconoció que el impresionante rendimiento de Verstappen en la pista justificaba un poco de «atrevimiento». El implacable estilo de conducción de Verstappen le ha llevado a numerosas victorias y ha cimentado firmemente la posición de Red Bull en lo más alto de la clasificación del campeonato.
Wolff comentó bromeando que el rendimiento de Verstappen era la razón del atrevimiento ocasional, y añadió que el Gran Premio de Bélgica marcó el quinto 1-2 de Red Bull de la temporada, lo que subraya su éxito implacable.
De cara al futuro, Wolff expresó su convencimiento de que, sin Verstappen en la ecuación, la temporada 2023 ofrecería carreras emocionantes y competitivas para todos los equipos. El dominio de Red Bull provocó tanto admiración como frustración en el paddock, y algunos sugirieron que la competición sería más intensa sin su abrumadora presencia.
A pesar de la distendida conversación entre los jefes de equipo, Mercedes sigue ansiosa por encontrar una solución a sus problemas de rendimiento tras el parón veraniego. Wolff lamentó el problema recurrente con los saltos, que obstaculizó el progreso del equipo en el Gran Premio de Bélgica. Este problema molestó a la plantilla durante toda la temporada anterior, y su reaparición causó preocupación en el equipo de Brackley.