Autor : Monojit Mandal
El rápido ascenso de Jaylen Brown en la NBA ha sido milagroso. El joven talento mostró destellos de brillantez como novato y siguió creciendo con el paso de las temporadas, confirmándose como un miembro crucial de los Boston Celtics. Mientras el club reanuda esta semana las discusiones sobre la ampliación del contrato tras el regreso de Brown de un viaje a Europa, parece que los Celtics podrían enfrentarse a una difícil decisión a la hora de considerar si ofrecerle el mayor contrato de la historia de la NBA.
Los servicios de Brown a los Celtics fueron vitales para que el club alcanzara cuatro finales de la Conferencia Este y una final de la NBA. A lo largo de su carrera, el jugador de 25 años se ha mostrado extremadamente entregado a Boston, cautivando tanto a los aficionados como a la organización. Sin embargo, es precisamente por su lealtad por lo que ahora puede verse obligado a un acuerdo contractual extraordinario.
La NBA puso en marcha en 2017 el contrato «Supermax», técnicamente conocido como «Designated Veteran Player Extension». Esta cláusula permite a los equipos pagar a sus propios jugadores más que el contrato «máximo» convencional si cumplen determinados requisitos. Para optar a la Supermax, un jugador debe haber jugado al menos ocho temporadas en la liga y haber conseguido uno de los siguientes logros en las tres temporadas anteriores: ser nombrado miembro del equipo All-NBA, ganar el premio al Jugador Defensivo del Año de la NBA o ser nombrado MVP de la NBA.
La selección de Jaylen Brown al All-NBA Second Team en 2023 activó su elegibilidad para el acuerdo Supermax, convirtiéndolo en uno de los pocos jugadores elegibles para este contrato increíblemente caro. Según Adrian Wojnarowski, el posible contrato podría valer 304 millones de dólares en cinco años, estableciendo un nuevo récord para el contrato más rico en la historia de la NBA.
Aunque esto coloca a los Celtics en una posición única para ofrecer a Brown una lucrativa ampliación de contrato, también tiene importantes ramificaciones financieras. Si los Celtics firman a Brown un contrato Supermax, sufrirán un impacto del 35% en el tope salarial, lo que limitará su flexibilidad financiera en las siguientes temporadas.
Es más, los Celtics podrían vivir una situación similar al año siguiente, cuando el compañero de equipo de Brown y otro talento emergente, Jayson Tatum, sea elegible para el Supermax tras ser elegido para el All-NBA First Team en 2022 y 2023. Equilibrar los contratos de ambos puede ser una tarea difícil para la organización.