Autor : Monojit Mandal
Kai Sotto, un prodigio del baloncesto filipino de 21 años, atrajo la atención de los veteranos Sean Chambers y Derrick Hamilton durante su reciente estancia con los Orlando Magic en la Liga de Verano de la NBA. Los dos veteranos consideran que Sotto tiene un enorme potencial, alabando su conjunto de habilidades y su actitud preparada para la NBA.
Sean Chambers, que entrenó al equipo de Alaska hasta conseguir seis títulos de la PBA en la década de 1990, quedó especialmente impresionado con la demostración de «auténtico espíritu de lucha filipino» que hizo Sotto contra los Portland Trailblazers. Aunque Sotto parecía nervioso y vacilante en la cancha al principio, pronto demostró su persistencia y su voluntad de competir a un alto nivel, según Chambers, que alabó los rápidos reflejos del joven base, sus hábiles manos y su capacidad para bloquear tiros.
También mencionó el potencial de salto de media distancia de Sotto.
Sotto debutó en la Liga de Verano con seis puntos en tres de siete tiros, cuatro rebotes y tres tapones. Derrick Hamilton, un ex jugador de la PBA de 1,90 metros, alabó las habilidades de Sotto y afirmó que está preparado para la NBA. Para convertirse en un jugador completo en ambos lados de la cancha, Hamilton hizo hincapié en la importancia de seguir perfeccionando factores como la nutrición, la dieta, la fuerza y el acondicionamiento físico y el juego de pies.
Chambers y Hamilton también aprovecharon la oportunidad para reflexionar sobre su etapa en la franquicia de Alaska en los años 90, una década en la que el equipo disfrutó de un éxito considerable, incluyendo la conquista de nueve títulos de la PBA y un Grand Slam en 1996. Chambers atribuyó el éxito del club al fuerte ambiente familiar fomentado por su propietario, Fred Uytengsu, y el entrenador Tim Cone. Hamilton se mostró de acuerdo, elogiando al equipo por su cohesión, altruismo y ausencia de disputas internas.
Chambers y Hamilton expresaron su deseo de volver a Filipinas y trabajar con su antiguo colega Jojo Lastimosa para crear una cultura de equipo similar para los niños. Creen que inculcar los ideales que aprendieron cuando jugaban en Alaska ayudará a mejorar a los futuros baloncestistas filipinos.