Autor : Monojit Mandal
Durante sus breves apariciones en la Liga de Verano, Victor Wembanyama, de los San Antonio Spurs, reconoció la dinámica opuesta entre el baloncesto de la NBA y el europeo. El alero de 7’3″ destacó el ritmo más rápido y la menor resistencia del juego de la NBA, subrayando su afinidad con el estilo de juego estadounidense.
Wembanyama comentó a los periodistas: «En primer lugar, el tribunal es más abierto [aqui]». Es rápido, pero no es tan físico. A menudo tengo faltas, pero no tan a menudo como debería. No hay nada comparable. Los jugadores simplemente están volando aquí. Ahí fuera, es más una cuestión de presión sobre el terreno y de grandes despejes. Aquí compiten grandes atletas, los mejores del mundo. Mucho más talento. Pero eso me atrae más«.
Wembanyama jugó dos partidos en la Liga de Verano de Las Vegas. Aunque en su debut sólo anotó nueve puntos, se recuperó rápidamente con una actuación de 27 puntos, demostrando las cualidades que le han convertido en la promesa del baloncesto más esperada desde LeBron James.
Aunque Wembanyama ha tenido algunas dificultades para adaptarse al físico del juego de la NBA, su experiencia jugando contra profesionales curtidos en Europa podría ayudarle a trasladarse al estilo de juego más rápido y abierto de la NBA. Esta polivalencia se puso de manifiesto cuando el jugador de 1,80 metros mostró una gran habilidad en el manejo del balón, similar a la de un mediapunta.
El juego de la NBA es generalmente más rápido que su versión europea, se basa menos en el ataque estructurado y hace hincapié en la agilidad. El rendimiento de Wembanyama en Europa contra hombres hechos y derechos augura una rápida conversión al estilo NBA, similar a la suave adaptación de Luka Doncic.
Los San Antonio Spurs esperan que Wembanyama pueda seguir sus pasos. A pesar de su enorme potencial, con una impresionante estatura de 2,26 metros, el joven atleta sigue desarrollando su talento y es probable que mejore con el tiempo. La flexibilidad de Wembanyama le permite destacar en anotación, rebote y defensa, y su superior visión de cancha y coeficiente intelectual baloncestístico le convierten en un gran activo.