Autor : Monojit Mandal
En un giro inesperado, los Phoenix Suns se han convertido en uno de los equipos que más gasta de la NBA, a pesar de su reputación de evitar el impuesto de lujo. Desde que Mat Ishbia asumió el cargo de propietario en febrero, los Suns han ascendido al tercer puesto de la liga en términos de gasto, sólo por detrás de los Golden State Warriors y Los Angeles Clippers.
Los Suns han hecho todo lo posible por crear una plantilla potente con la vista puesta en las codiciadas Finales de la NBA del próximo mes de junio, un objetivo que no lograron en las tres temporadas anteriores. Jugadores clave como Kevin Durant, Bradley Beal y Deandre Ayton se han unido a la alineación titular, adelantándola a los contendientes de la Conferencia Oeste la próxima temporada.
Los críticos, por su parte, expresaron su preocupación por la estrategia de los Suns, tachándolos de artífices de un «superequipo». Aunque los seguidores del Phoenix esperan con impaciencia el rendimiento del club, no todos están contentos con la forma en que se ha reunido el equipo.
En una reciente entrevista con Joy De’Angela, el icono del baloncesto Julius Erving expresó sus preocupaciones sin contenerse en sus críticas. Señaló la tendencia de los jugadores famosos a abandonar sus regiones de origen para unirse a otras superestrellas en destinos más atractivos, como Florida, Los Ángeles o Texas. Erving declaró que estas acciones, aunque comprensibles como movimientos comerciales, son perjudiciales para la estabilidad y la igualdad general del juego.
Erving señaló que estos movimientos impulsados por los jugadores estaban alterando el equilibrio de poder en el juego, poniendo como ejemplo a Kevin Durant, que cambió de club varias veces a lo largo de su carrera. Expresó su preocupación por el hecho de que ahora sean los jugadores, y no la dirección del club, quienes manden, lo que podría dar lugar a la aparición de poderosos «superequipos» que podrían poner en peligro la armonía competitiva.
«Es entonces cuando la estrella del equipo dice: ‘Al diablo con esta ciudad y todo el apoyo que me ha dado, y me voy al sur, a Florida, a Los Ángeles, a Texas o a cualquier otro sitio’. Fueron decisiones comerciales, sin duda, pero no beneficiaron al juego.«, dijo Erving.
Aunque el deseo de los Suns de reunir una plantilla competitiva es evidente, las declaraciones de Erving nos recuerdan que existe preocupación por la influencia de estos superequipos en el deporte. A medida que avance la NBA, aficionados, jugadores y analistas seguirán debatiendo cómo encontrar un equilibrio entre la agencia de jugadores y el equilibrio competitivo.