Autor : Monojit Mandal
La Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) ha abierto una investigación formal sobre la conducta del veterano árbitro Eric Lewis en relación con una cuenta de Twitter ahora borrada. Lewis y otros árbitros de la NBA fueron defendidos por la cuenta, que tenía el seudónimo de «Blair Cuttliff», quien reaccionaba habitualmente a las publicaciones sobre el arbitraje en la liga. Lewis podría ser sancionado si se descubre que fue él quien tuiteó sobre las decisiones de los árbitros sin la debida autorización.
Cuando apareció una foto de la mujer y los hijos de Lewis con camisetas de los Boston Celtics, empezaron a crecer las sospechas sobre él. Debido al hecho de que Lewis arbitró un partido entre los Boston Celtics y Los Angeles Lakers a principios de este año, esta información alarmó a los aficionados de la NBA en Twitter. LeBron James y Jayson Tatum, de los Celtics, se vieron envueltos en una polémica falta no pitada durante el partido, que enfureció a los jugadores y aficionados de los Lakers.
James se refirió inmediatamente a la situación en su cuenta de Twitter cuando saltó la noticia el sábado, cuestionando la veracidad de las acusaciones contra Lewis. Patrick Beverley, su antiguo compañero de equipo que había jugado con Lewis en el mismo partido, hizo lo mismo. Cuando Beverley entró en la cancha con una cámara para mostrar la decisión incorrecta, recibió una falta técnica.
La cuenta de Twitter de Lewis fue eliminada tras hacerse pública, pero resucitó bajo la apariencia de Mark, el hermano que Lewis afirma tener. La investigación de la liga examinará detenidamente la situación a la luz de los playoffs en curso, para ver si Lewis gestionaba realmente la cuenta o si su defensa tiene algún fundamento.
Este episodio sirve para recordar los problemas subyacentes en el sistema de arbitraje y cómo los prejuicios pueden persistir en algunas situaciones. Independientemente de las consecuencias, demuestra lo importante que es para la NBA resolver estos problemas y trabajar por un arbitraje imparcial.
Es importante señalar que no es la primera vez que los billetes quemados causan polémica en la NBA. Bryan Colangelo, director general de los Philadelphia 76ers, dimitió en 2018 después de que él y su esposa fueran vinculados a cuentas de quemadores que criticaban a los jugadores del equipo. Del mismo modo, Kevin Durant reconoció en 2020 que utilizaba muchas identidades de quemado para conectar con los aficionados que le criticaban a él o a su equipo.