Autor – Amrit Santlani
El Inter de Milán se impuso por 2-1 al Fiorentina y conquistó su segunda Copa de Italia consecutiva gracias a dos goles de Lautaro Martínez. El delantero argentino contribuyó a la remontada del equipo de Simone Inzaghi sobre el Fiorentina, ya que Nico Gonzales abrió el marcador a los tres minutos.
La victoria del Inter en la Coppa Italia le daría confianza tras su reciente derrota por 3-1 ante el Nápoles en la Serie A, con una final de la Liga de Campeones contra el Manchester City el mes que viene. Los hombres de Vicenzo Italiano también están listos para otra final europea, ya que el 7 de junio se enfrentarán al West Ham United en la final de la Conferencia de la Europa League.
El Fiorentina empezó el partido con buen pie, convirtiendo su primera jugada de ataque. Jonathan Ikone pasó el balón a González, que remató a bocajarro para adelantar a los viola. Justo antes de la media hora de juego, Martínez dejó libre a Edin Dzeko, pero éste no pudo rematar a puerta pese a encontrarse solo ante el guardameta.
El Inter no tuvo que esperar mucho para empatar de nuevo, ya que Martínez hizo lo que tenía que hacer: un pase de Marcelo Brozovic cortó la defensa de la Fiorentina y el campeón del mundo argentino hizo el resto. El capitán del Inter de Milán no tardaría en adelantar a los suyos al rematar con contundencia un centro de Nicolo Barrela.
En la segunda parte, Pietro Terracciano realizó una extraordinaria doble parada para evitar que el Fiorentina se quedara aún más rezagado. Luka Jovic tuvo que realizar una espectacular parada ante un disparo de Samir Handanovic desde un ángulo cerrado, antes de que Robin Gosens fallase a puerta vacía y enviase por encima del larguero un centro de Romelu Lukaku.
El centrocampista brasileño Dodo remató de cabeza a bocajarro un suntuoso centro de Jovic y el Inter defendió con éxito su título de la Coppa Italia.
El defensa brasileño Dodô jugó 82 minutos antes de ser sustituido, pero realizó dos paradas para evitar la llegada de Gosens, mientras que su compatriota Arthur Cabral no hizo lo suficiente para inquietar a la defensa del Inter.